jueves, 30 de abril de 2009

“How Techonology Will Shape the Future” (Mesthene), Ensayo 7

Esta lectura me pareció interesante porque plantea una perspectiva de análisis bien argumentado y balanceado con respecto al tema de la tecnología (ya que muchas veces se tiende a presentar más bien escenarios extremos). Creo que además encaja muy bien con varias de las otras lecturas que hemos visto (como la de la identidad y la sociedad líquida o las que hablan de la cultura como algo en el ámbito de los valores).

Como bien se establece, la tecnología implica un cambio de valores en una sociedad en la que uno de los valores más importantes es el del cambio. Si bien no se trata de un cambio siempre positivo (es decir, no todo avance tecnológico implica necesariamente una mejora en la calidad de vida), ayuda a que aquellos valores sobre los que construimos un proyecto de vida estén de cierta forma actualizados o adecuados frente a la experiencia humana.

Otro punto que me pareció interesente es que establece que, con la tecnología, la sociedad se verá forzada a recuperar la responsabilidad  de inventar procedimientos de innovación ocupacional ya que cada vez se requieren menos trabajos técnicos. De alguna manera está planteando lo contrario a lo que muchas veces se supone (es decir, que la tecnología tiende a deshumanizar). El punto aquí es que la tecnología, al permitir menos ocupación en trabajos meramente técnicos, abre un espacio para el aprovechamiento de capacidades exclusivamente humanas en el ámbito de la creatividad, las emociones, etc. Sin embargo (como también establece el texto) creo que para lograr lo anterior en efecto se requiere una mayor inversión y preocupación en la infraestructura educativa y en el desarrollo ocupacional de esas habilidades humanas.

Por último, el texto concluye que debemos preocuparnos más por el proceso de “valorización” en sí mismo y no en aferrarnos ciegamente a determinados valores que protegen una cierta estructura social, ya que es precisamente la estructura la que se atiene al cambio constante. De otra manera estaríamos viviendo entre dos ámbitos contradictorios, forzando a que algo sin vigencia embone a una realidad cambiante.