sábado, 28 de febrero de 2009

Ensayo "El concepto de cultura, sus temas fundamentales"

Me parece que al concebir a la cultura como aquello en el ámbito del deber ser, de los valores, se genera una perspectiva radicalmente distinta tanto del concepto mismo de cultura como del de hombre. No es sólo una acumulación histórica de objetos (patrimonio) ni de construcciones discursivas, sino que se convierte, como bien establece el texto, en un proyecto. Tal vez se podría plantear a la cultura como un lienzo en el que sólo puede garabatear el hombre libre hasta engendrar, una y otra vez y nunca de forma permanente, una imagen del mundo que sirve como escenario, como herramienta para su propio proyecto individual.
Por otro lado, al hablar de conceptos como “cultura” muchas veces se tiende a generar abstracciones que terminan por no tener un ancla o referencia concreta, respondiendo a un concepto universal y generalizado de Hombre. Por eso me parece esencial la parte del texto que hace hincapié en no reificar a la cultura y en comprender que siempre estará vinculada de manera dependiente al hombre, pero no sólo al Hombre, sino a la vivencia individual y subjetiva de cada persona, haciendo un imprescindible rescate de la importancia y centralidad del espíritu subjetivo (con conceptos como el de irrenunciabilidad existencial). La cultura no existe sin el hombre, pero al mismo tiempo la cultura es más grande que el hombre, es lo que permite la continuidad en el ciclo vital humano. Citando a André Malraux, “la cultura es lo que, en la muerte, continúa siendo la vida”.
También me parece interesante el momento en que refiere a la existencia de una dialéctica en relación a los valores culturales en el presente y el futuro. Esto implica que la cultura tiene un objetivo, que es un proceso de creación y de referencia, que responde a la voluntad conciente del hombre y a sus necesidades (aunque, en el proceso, sus necesidades presentes puedan ser resultado directo de las decisiones anteriores).
Este sería el caso de, por ejemplo, la problemática ecológica que se vive hoy, proveniente de acciones pasadas como la sobre-explotación de recursos, la generación de productos y tecnologías contaminantes, el aumento de población, etc. Frente a esto, la cultura se ve forzada a mutar, a parir una nueva jerarquía axiológica en la que los valores de la ecología encuentran representación. Como bien plantea el texto, actualmente estos valores han adquirido la fuerza de “invariantes axiológicos”. Es decir, en el hombre ha cambiado la imagen del mundo -se ha convertido en algo en estado crítico cuyo deterioro amenaza la supervivencia humana. Por esto, cambiará la imagen de hombre y cambiarán sus producciones tecnológicas, la manera en la que se relaciona con su entorno, etc (lo anterior responde a esa correlación esencial entre la imagen del hombre y del mundo de la que se habla al comienzo).
Creo que el comprender la centralidad y la importancia del acto de valorar y de concebir el ámbito de la cultura como el del deber ser, de los valores, da una perspectiva mucho más concreta de la verdadera agencia que tiene el hombre como individuo frente a la cultura, que a veces parece un objeto anquilosado e inamovible más que un proyecto.

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